Aunque son más visibles los avances de las cubanas en el llamado espacio público que los protagonizados por los hombres en el ámbito familiar y privado, de cualquier modo ambos denotan cambios.
La idea de que «los hombres buscan una mujer que ya no existe y ellas a un hombre que no existe todavía» puede resumir, de algún modo, el estado contradictorio de ese proceso en el cual ellas han llevado la voz cantante a la hora de ocupar nuevos espacios, amparadas en políticas que promueven la igualdad de derechos y oportunidades.
En la vida cotidiana emergen matices. La psicóloga Mayda Álvarez es de las que afirman que en Cuba hay un machismo erosionado.