lunes, 27 de marzo de 2017

Agenda ambiental de mujeres (I): crecer en el proceso


Grupo integrado por mujeres directivas de Micro X. Fotos: Jesús Muñoz Machín
Por Jesús E. Muñoz Machín

La herejía comenzó cuando más de 80 mujeres se reunieron en seis encuentros para examinar las problemáticas y alternativas de solución asociadas a la gestión de residuos sólidos urbanos, intercambio que tuvo como sede el Taller de Transformación del Barrio (TTIB) Alamar Este, en la localidad de Micro X, ubicada en el municipio Habana del Este.

Teresa planteó que deseaba ver a su comunidad más hermosa y por ello prefería visualizar cómo sería y no cómo se ven actualmente sus calles, mientras Antonia señalaba que los residuos suelen adueñarse de las calles debido a la indolencia. Ambas se preguntaron, ¿qué podemos hacer? Mercedes no dejó que la interrogante se precipitara en tierra de nadie y afirmó actuar que la responsabilidad es colectiva.

Cuando la adolescente Sujay, con el desenfado de sus 15 años, leyó un poema terminado con la frase “la basura ya no será un problema”, el resto aplaudió, asintió y se apropió del verso. Ese es el espíritu de las transformaciones que tienen lugar en Micro X: están lideradas por mujeres que cuestionan, discuten, debaten, sueñan, proponen, se comprometen y se reconocen como parte esencial del cambio.

Ellas hablaban siempre en presente, con la palabra “nosotras” como elemento distintivo, otra expresión de cómo han vivido los encuentros: en lugar de una meta personal, lo han visto como un proceso de construcción colectiva que pretende contribuir al desarrollo de la comunidad.

De forma explícita, este documento en formato de agenda urbana para mujeres populares muestra el camino recorrido para llegar a la elaboración de un texto propositivo, orientado a la actualización del Planeamiento Estratégico Comunitario, con énfasis en la gestión sostenible e inclusiva de los residuos sólidos que allí se generan.

Estas páginas resumen un proceso orientado a la identificación de intereses, necesidades, potencialidades y contribuciones de las mujeres respecto con ese tema, situando sus derechos en el centro de la acciones de la comunidad.

Ileana Caridad Caballero (en la foto) y Tania Sarda fueron las facilitadoras de los talleres.
Entre los aspectos abordados en los intercambios figuran la clasificación de la “basura”, el aumento de la cultura ambiental, la mejoría del trabajo de la Empresa de Servicios Comunales, el empleo femenino, el trabajo por cuenta propia, entre otras cuestiones.

Tras el análisis de los diversos tópicos, las participantes consensuaron un grupo de propuestas que reclaman acciones comunitarias e institucionales concretas para la solución de los principales problemas, al tiempo que ellas mismas se configuran y se autoperciben como eslabón imprescindible en la sensibilización, capacitación, formación, ejecución, seguimiento y monitoreo de las acciones venideras.

Las asistentes en esta experiencia inédita en Micro X realizaron una lectura profunda de su realidad para, sin obviar las generalidades, enfocar el lente en sus intereses estratégicos.

En el empeño no han estado solas, la agenda es una de las acciones propuestas por el proyecto “Participación comunitaria y compromiso ciudadano en la gestión integral de desechos sólidos urbanos”, llamado por las personas del lugar y no pocos visitantes como Ponte verde.

La iniciativa, que pretende impulsar en Micro X un sistema de gestión integral de residuos sólidos urbanos con la participación de la comunidad, cuenta con la coordinación del TTIB Alamar Este, con el acompañamiento del Centro Félix Varela y Oxfam.
Adolescente participante en el taller.
De las particularidades a la integración
La ruta transitada comenzó en el TTIB Alamar Este, desde su surgimiento en 1998 identificado por la comunidad como Casa Comunitaria, en el cual se reunieron por separado mujeres adolescentes y jóvenes, adultas medias, mayores y directivas en el territorio, división etaria que facilitó la identificación de intereses, necesidades y potencialidades de cada uno de esos grupos, para luego articular propuestas comunes.

La convocatoria tuvo en cuenta la participación heterogénea, atendiendo al color de la piel, la orientación sexual, la identidad de género, el nivel educacional y la presencia de mujeres con diferentes capacidades físicas.

Guiados por la metodología de la Educación Popular y el Enfoque de Género, se realizaron un total de seis talleres, pues a los cuatro iniciales se sumó uno intergeneracional y otro para validar el proceso y las propuestas.

En el último año la comunidad de Micro X ha celebrado cuatro ferias de reciclaje.
Si bien los primeros encuentros facilitaron el análisis puntual de las demandas de cada grupo, el espacio que reunió a mujeres de diferentes edades permitió resaltar las similitudes, las diferencias, así como aspectos particulares y generales.

El taller de validación, entretanto, permitió establecer un consenso sobre las propuestas finales, además de los contenidos a colocar en la agenda y cómo abordarlos. Igualmente motivó el debate sobre los temas más polémicos, resultado posible gracias al nivel de compromiso y liderazgo de las participantes.

Por otra parte, las galerías de fotos de iniciativas realizadas en Micro X, “lluvia de ideas”, lectura de textos, diagnósticos comparativos, trabajo en equipos y discusiones en plenario facilitaron el intercambio.

Como aspecto imprescindible del proceso, remarcaron la existencia de antecedentes en el trabajo comunitario de Micro X en temas de gestión ambiental, información valiosa para la construcción del documento con las voces de mujeres populares. Esas experiencias previas confirmaron el interés y la habilidad de algunas personas de la localidad para crear redes de trabajo en torno al tema.

Los talleres tuvieron momentos lúdicos.
El protagonismo de la población en la trasformación de su entorno ha estado acompañado por el TTIB, uno de los gestores principales en cada uno de los espacios participativos promovidos en las últimas dos décadas.

Entre las iniciativas desarrolladas se encuentran el Planeamiento Estratégico Comunitario, el Diagnóstico participativo con enfoque de género, la concertación para la gestión pública, la implementación de la red Mapa Verde (implementado por el TTIB y el Centro Félix Varela) y la gestión de disímiles proyectos a escala local.

La agenda forma parte un ciclo vital para el desarrollo del territorio, pues en su construcción ha dibujado un camino que comienza y termina en la comunidad: los diagnósticos y experiencias previas sedimentaron el camino para efectuar los talleres, que luego posibilitaron la devolución de estas propuestas y una mirada actualizada a la gestión de residuos sólidos en Micro X.

Tomado de: http://www.radiococo.icrt.cu/noticias/capitalinas/mujeres-proyecto-ambiental/

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